POEMA DE DENUNCIA DE LA VIOLENCIA SEXUAL
Estamos en las semanas previas a un nuevo 8 de marzo en el que tiene que hacerse patente la fuerza, la energía, la sororidad de las mujeres contra toda forma de opresión y de violencia. Y también la solidaridad de los hombres que quieren, junto con nosotras, una sociedad donde la igualdad, la dignidad, la libertad, la justicia, los derechos humanos para todas las personas, sean algo más que palabras.
En esta semanas, digo, traeré a estas páginas a diferentes autoras que expresan en sus poemas, con palabras mil veces más potentes que las mías propias, las múltiples razones por las que el 8 de marzo debemos ir a la huelga feminista, salir a las calles, elevar nuestras voces y dejar claro cuáles son nuestras denuncias, y cuáles, sobre todo, nuestras propuestas para una sociedad donde la vida merezca ser vivida.
Hoy, nos acompaña Rocío Silva Santisteban. Periodista, escritora, activista, académica y Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de su país, Perú.
Aquí la tenemos presentando su informe sobre las violencias sufridas por las mujeres defensoras de derechos humanos y medioambientales.
Y a continuación dos de sus poemas BAviolada, denuncia de la violencia sexual utilizada como instrumento de tortura y humillación contra las mujeres (en este caso, denuncia de la violencia masiva contra las mujeres quechuas en Perú), y El hombre más pobre del mundo, espejo de la feminización de la pobreza.
BAviolada
Hoy la vi, fue casualidad
estaba en el bar, me miró
al pasar
yo le sonreí y le quise
hablar
me pidió que no
no,no, suéltame, déjame en
paz
estás borracho
¿quién eres tú para
hablarme así, perra?
que otra vez será, que
otra vez será
tierno amanecer, sé que
nunca más
aquí el que manda soy yo
como olvidar su pelo, como
olvidar su aroma
como olvidar ese olor que
sube por mi cuerpo
una babosa, pegajoso,
leche agria
cerveza y vómito negro,
rencor y cólera
si aú navega en sus labios
el sabor de mi boca
sus pelos en mi boca, la
arcada al fondo de mi garganta
y esa otra boca, la
pistola
abre la boca mierda
entre mis piernas,
saliéndose y metiéndose,
¡por qué no me matas de
una vez!
cada chica que pase con un
libro en la mano
me traerá tu nombre como
aquel verano
¿su nombre? ¿para qué?
era suboficial o teniente
o no sé qué
porque ordenaba, les dijo,
háganlo rápido
como yo, y no se ensucien
demasiado
entonces pasaron uno por
uno, dos, tres
no más, por favor, no, no,
déjenme morir
cuatro cinco seis
EL HOMBRE MÁS POBRE DEL MUNDO
El hombre
más pobre del mundo
…es una
mujer
peruana,
africana, india,
quizás
una mujer campesina
una mujer
que fue violada por el primer marido
embarazada
una y otra vez
explotada
durante el embarazo
olvidada
durante la lactancia y el parto
una mujer
que cortó el cordón umbilical con sus propios dientes
que a los
treinta se quedó sin marido sin caficho sin pelo
y después
los hijos uno por uno
la
olvidaron a la vera del camino
una mujer
que murió y no fue enterrada
cuyo
rastro se perdió sobre la arena
una mujer
que ni siquiera es viento
una mujer
de quien no queda huella
solo un
eco
un eco
sordo
un
resentimiento negro sobre la tierra.