IDENTIDAD
1
No soy, no,
ese nombre, sin apellido ni historia,
que se repetirá el próximo 25 de noviembre.
No soy, no,
un número más en las estadísticas.
No soy, no,
esa nacionalidad que no olvidará
mencionar el telediario.
No soy, no,
una cifra (la de mi edad, tampoco la olvidan),
un nombre vacío,
un cadáver más,
frío, solo,
en el silencio de la morgue.
No soy, no,
el objeto de un absurdo comentario
que me culpabiliza nuevamente:
“No existían denuncias previas”.
O de otros que denotan
fallos imperdonables del sistema:
“No se valoró caso de riesgo”
“Denunció pero el caso fue archivado”
“La sentencia fue absolutoria”.
Me niego a ser una víctima más,
como si en serlo
se agotara mi vida,
mi historia,
mi pasado,
mi identidad.
Soy, he sido, fui…
(antes de ser este cadáver frío y solitario)
una niña,
una adolescente,
una mujer,
una amante,
una madre tal vez…
una persona, con sueños y contradicciones…
Tengo, tuve… (no tendré ya si roban el recuerdo de mi
pasado)…
historia, vida, deseos, proyectos, aspiraciones, ilusiones.
Soy, he sido, fui…
una mujer completa,
como tú, como ellas, como todas…
cuya vida se cruzó con un hombre,
que cumplió plenamente
el mandato de dominación.
No olvides mencionar mi nombre completo.
Recuérdame como la mujer que fui,
antes de ser una muerta más por violencia de género.
No olvides que soy como tú, como ellas, como todas.
Y que tenía derecho a VIVIR EN LIBERTAD.